martes, 25 de octubre de 2011

Libro 7. Educación por el Arte

El capítulo nos habla de distintos apartados:
La edad de la inocencia: El impulso estético es natural hasta los once años. Los padres siguen sus Super-Yo en la educación de sus hijos. A los once años, el Super-Yo toma forma y los impulsos estéticos se atrofian y la moral aparece.
El niño dotado: Son sensibles a estímulos externos y se resisten a lo socialmente aceptado. Por tanto, nacemos artistas y nos convertimos en ciudadanos insensibles obligados a aceptar un concepto social de normalidad.
Un problema de valores: Educamos los impulsos estéticos aún frustrando nuestros Super-Yo, convirtiéndose en un problema de valores. Platón planteo y resaltó hacer del arte un representante del Super-Yo.
La teoría de Platón sobre el arte y la educación: No tenía un concepto de arte, sino diversas artes consideradas como actividad práctica, y no la idea del arte que transmite. Se basa en una concepción triple de la realidad: primero, la forma absuta y eterna, totalmente real e inteligible. Segundo, el objeto perceptible, copiado de la forma. El tercero, la obra de arte, copaida del objeto.
El mas elevado grado de la realidad y el conocimiento corresponde al superYO.
   Todo lo racional del ser humano esta inherente a las emociones humanas, y a lo que determinan. Hemos de ser capaces de incluso, si quiere, expresar nuestras emociones y sentimientos de una manera u otra. Por tanto, la infelicidad se produce una vez que se produce una supresión indiscriminada de la parte instintiva y emotiva de nuestro ser. Así, la educación en los sentimientos, saber comunicar lo que sentimos, es algo importante. Freud admitió todo lo contrario, pero sin embargo, un análisis científico estableció que la supresión de nuestros instintos puede dar lugar a enfermedades neuróticas.

   Enlace sobre “inteligencia emocional”: http://www.youtube.com/watch?v=ds03KExhsh0

   Productor y consumidor.
En este apartado, cabe descatar la diferencia entre la educación del individuo como un artista y la del individuo encaminada a que pueda apreciar el arte. Esta apreciación es muy subjetiva, puesto que depende de la observación de las personas del entorno inmediato, cuando en realidad “el artista no es un tipo especial de hombre, sino que cada hombre es un tipo especial de artista”; todos somos artistas por el hecho de ser personas y aquel que consigue convertirse en músico, poeta, pintor o escultor se denomima “grande”. Hoy dia cambian los dotes de muchos niños que piensan que tienen un arte del que carece el resto y les obligan a seguir unas pautas para hacer arte sin tener en cuenta la preservación de algo fundamental: la espontaneidad
En realidad, podríamos decir que todas las actividades sociales son en sí mismas estéticas, cada hombre podría ser considerado un artísta de algún tipo, y no se menospreciaría ningún arte por el simple hecho de ser mecánico o utilitario; cosa que hoy esta a la orden del día; cada persona juzga el arte de otra por el simple hecho de no gustarle el arte o la persona en sí misma. Y al menos, tendríamos que intentar el experimento de educar entre el Ello del artista y el mundo externo, que, por decirlo de alguna manera, lo convierte en el agente consciente que él es. La formación del artista y de un individuio cualquiera no coincide, ya que el artista no elimina ningún elemento que proceda de las fuentes de excitación internas. 
El coste de un fracaso puede que no exceda a lo que el mundo ya ha soportado y soporta todavía.


   En esta imagen de Eros Sogno, podemos observar un coche y si invertimos la imagen podemos apreciar una pistola, si nos damos cuenta donde se sienta el conductor pertenece al gatillo de la pistola, por lo tanto, se percibe cierto peligro.
   El artista crea a través de la fantasía, mientras que el diseñador lo hace a través de la creatividad.
   La diferencia entre fantasía y creatividad es, que la primera es una facultad del espíritu capaz de inventar imágenes mentales distintas a la realidad y éstas pueden ser irrealizables en la práctica; mientras que la creatividad es una capacidad de producción en la que la fantasía y la razón están unidas, por lo que puede ser realizable en la práctica.


   Algunos ejemplos de fantasía artística son las obras de Giuseppe Arcimboldi, estas obras si son vistas de lejos parecen perfiles humanos, pero si nos acercamos más a ellas, podemos ver que esos perfiles que parecían humanos se convierten en objetos mecánicos, peces o incluso elementos vegetales.
   Con la fantasía el artista ve lo que piensa, hasta su obra acabada. Cuando el artista opera con la fantasía esta en un estado de ánimo en el que la razón está ausente y no percibe el ambiente que lo rodea.
  Tener fantasía no equivale a fantasear, aunque muchos artistas para introducirse en este estado de gracia, necesitan de algunos estimulantes.
  Pero no sólo estos artistas fantasean, muchos arquitectos también poseen una notable fantasía, como es el caso de la decoración; estos artistas proyectan en la casa en la que le gustaría vivir a ellos mismos en ese determinado momento.
   Pero hay algunas fantasías de estos artistas que no llegan a ser realizadas, como el coche que se nos presenta en el texto. Este moderno bólido fue presentado en los años cincuenta por un estilista americano. Pero este coche no consiguió salir a la luz, ya que parecía estar diseñado sólo con un sentido decorativo unido, además, a una moda pasajera.

   Moto vertebrada de Donzelli
   Donzelli propone una nueva moto sin bastidor que él la llama “vertebrada” porque sus partes están unidas entre sí como las vertebras.
   La forma final de esta moto es el resultado de una creatividad que concluye coherentemente las distintas soluciones óptimas de sus componentes.
   Las ruedas anchas y en ellas se incorporan un carenado mas grande. El bloque motor, sujeto a la rueda posterior por medio de una horquilla nervada solida y elástica. El asiento, son suspensión propia, estará en equilibrio al aire sobre faros con deposito.
  
     “Cáscara”
   Una cabaña para las vacaciones en la que, incluso, pueden dormir dos personas en esta “Cáscara”. La cabaña se compone de unos pocos elementos fácilmente montables. En el techo se coloca un ventilador telescópico con función de mosquitera. Esta construída en fibra de vidrio y aislada con poliuretano dilatado, y construye un maravilloso ejemplo de cabaña.


     Habitáculo de Munari
   El Habitáculo de Munari es una estructura montable proyectada para resolver todas las funciones de una habitación juvenil.
   Este habitáculo es una estructura habitable, un soporte casi invisible para todo un microcosmos. Pesa cincuenta y un kilos, y puede soportar el peso de veinte personas. Su color es gris claro, y está revestido de resina epoxídica, por lo que resiste a la intemperie.

Libro 6. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro


La educación debe mostrar que no hay conocimiento que no esté amenazado por el error y la ilusión.
Se podría creer en la posibilidad de eliminar el riesgo de error rechazando cualquier afectividad. Así pues, no hay un estado superior de la razón que domine la emoción, sino un bucle, y de cierta manera, la capacidad de emoción es indispensable para el establecimiento de comportamientos racionales.

Los errores mentales

Nuestra memoria está sujeta a numerosas fuentes de error. Nuestra memoria tiende a seleccionar los recuerdos por proyecciones inconscientes. Los errores intelectuales: Nuestro sistema de ideas está sujeto a proteger los errores e ilusiones que están inscritos en ellos. Los errores de la razón: La racionalidad no es una cualidad con la que están dotadas las mentes, los científicos y técnicos. Es necesario reconocer en la educación para el futuro un principio de incertidumbre racional. Las cegueras paradigmáticas juego de la verdad y del error no sólo se juega en la verificación empírica y la coherencia lógica de las teorías, también se juega a fondo en la zona invisible de paradigmas. Esto lo debe tener bien en cuenta la educación.

  El conocimiento de los problemas claves del mundo. A este problema universal está enfrentada la educación del futuro porque hay una inadecuación cada vez más amplia, profunda y grave, por un lado entre nuestros saberes desunidos, divididos, compartimentados y por el otro, realidades o problemas cada vez más poli-disciplinarios, transversales, multidimensionales, transnacionales, globales, planetarios.

El contexto

Para que un conocimiento sea pertinente, la educación deberá entonces, evidenciar el contexto, lo global, lo multidimensional y lo complejo.

La condición humana es la situación de las personas en el universo; su estudio es muy amplio y abstracto, y se hace esencial que la sociedad conozca su propia condición respecto al universo para poder conocer la multidimensional y complejidad del ser humano, es decir, dar “educación para el futuro”.

El ser humano tiene diferentes condiciones en el universo, y vamos a hacer referencia a una de ellas a modo de ejemplo: la condición física; desde el punto de vista del universo, se dice que hay más galaxias en el universo que granos de arena en todas las playas de la tierra..., por tanto, podemos hacernos una idea de lo pequeños que somos nosotros y lo que conocemos.

La humana condición hace referencia a cómo el mundo humano ha ido evolucionando hasta hoy..., pero, ¿nos hemos parado a pensar que quizás dentro de miles de millones de años el ser humano evolucione hasta tener una forma física distinta a la actual? Lo que sí que sabemos es que cada persona es única e irrepetible, y se completa a través de la cultura debido a la estrecha relación entre cerebro, mente y cultura. Así, también afirmamos que todo desarrollo humano necesita desarrollar el conjunto de las autonomías individuales, de participaciones comunitarias y del sentido de pertenencia con la especie humana. La educación de las personas deberá abarcar también la inculcación de los valores de unidad y diversidad humana.

A continuación, se muestra un enlace sobre el universo y el estudio de la condición humana:



El destino nunca se puede predecir. El surgimiento de una creación no se puede conocer por anticipado, ya que si no, no habría creación.

La historia va avanzando a lo largo de su camino por una serie de desviaciones que proceden de innovaciones o creaciones internas, de acontecimientos o accidentes externos. Si no se interrumpe la desviación, puede desarrollarse, propagarse una tendencia cada vez más potente que produce una nueva normalidad.

Toda evolución es el logro de una desviación, cuyo desarrollo transforma el sistema donde ella misma ha nacido.

Por lo tanto, hay que aprender a enfrentar la incertidumbre, puesto que vivimos en una época cambiante donde los valores son ambivalentes, donde todo está ligado.
Nadie sabe lo que pasará mañana, dentro de unos años o en unos siglos.
El conocimiento que nos vamos forjando es una aventura incierta, que conlleva en sí mismo el riesgo de caer en la ilusión o en el error.
La comprensión se concentra en: relaciones entre humanos y entre familiares, cada vez más amenazadas por la incomprensión. Hay dos comprensiones: la intelectual u objetiva y la intersubjetiva, e incluyen empatía, identificación y proyección intersubjetiva necesita. Hay obstáculos externos como: el malentendido, la «cultura», el arte, la ignorancia e incomprensión. E internos: la indiferencia, el egocentrismo, etnocentrismo y sociocentrismo.

El egocentrismo es la autojustificación y tendencia a adjudicar a los demás los males. En ocasiones, se nutren por incomprensión. La enajenación anula la comprensión de otra idea, y sus conjuntos constituyen obstáculos para relacionarnos.

La ética de la comprensión pide comprender desinteresadamente la incomprensión. La favorece: el bien pensar, y la introspección. La verdadera tolerancia supone la aceptación de ideas contrarias a las propias.  Existen cuatro grados: evitar prohibir, nutrirse de opiniones diversas, respetar, y por último, enajenaciones humanas. La comprensión necesita comprender las causas de la incomprensión y superarlas. Es a la vez medio y fin de la comunicación, y dada la importancia de la educación aquí, necesitamos reformar las mentalidades en el futuro.
La situación sobre nuestra Tierra es paradójica. Las interdependencias se han multiplicado. La conciencia de ser solidarios con su vida y con su muerte liga desde ahora a los humanos. La comunicación triunfa; el planeta está atravesado por redes, faxes, teléfonos celulares, módems, internet... Y sin embargo, la incomprensión sigue siendo general.
Esta razón debe ser una de las finalidades de la educación para el futuro. El problema de la comprensión se ha vuelto crucial para los humanos. 

Debemos ligar la ética de la comprensión entre las personas con la ética de la era planetaria que no cesa de mundializar la comprensión. La única y verdadera mundialización que estarían al servicio del género humano es la de la comprensión, de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad. Las culturas deben aprender las unas de las otras y la orgullosa cultura occidental que se estableció como cultura formadora debe también volverse una cultura que aprenda. Comprender es también aprender y re-aprender de manera permanente.
Una ética propiamente humana, es decir, una antropo-ética, debe considerarse como una ética bucle de los tres términos individuo <-> sociedad <-> especie. La antropo-ética supone la decisión consciente y clara de: asumir la condición individuo-sociedad-especie en la complejidad de nuestra era, de lograr la humanidad en nosotros mismos, en nuestra conciencia personal. Además, nos pide asumir la misión antropológica del milenio, como trabajar para la humanización de la humanidad o lograr la unidad planetaria en la diversidad.


El bucle individuo-sociedad: enseñar la democracia
Individuo y sociedad existen mutuamente. La democracia permite la relación rica y compleja individuo-sociedad donde individuos y la sociedad pueden entre sí ayudarse, desarrollarse, regularse y controlarse.

La democracia es, más que un régimen político, la regeneración continúa de un bucle complejo y retroactivo: los ciudadanos producen la democracia que produce los ciudadanos.
La soberanía del pueblo ciudadano comprende, al mismo tiempo, la autolimitación de esta soberanía por la obediencia a las leyes y el traspaso de soberanía a los elegidos.
La democracia necesita tanto de conflictos de ideas, como de opiniones que le den vitalidad y productividad. Exigiendo a la vez, consenso, diversidad y conflicto, la democracia es un sistema complejo de organización y de civilización política que alimenta y se alimenta de la autonomía de espíritu de los individuos.
La democracia depende de las condiciones que dependen de su ejercicio (espíritu cívico, aceptación de la regla del juego democrático).

La democratización de las sociedades occidentales ha sido un proceso largo, que se ha continuado irregularmente en ciertos campos, como el acceso de las mujeres a la igualdad con los hombres en la pareja, el trabajo, el acceso a las carreras públicas, etc.
Las democracias del siglo XXI estarán cada vez más enfrentadas a un problema gigantesco que nació con el desarrollo de la enorme maquina donde ciencia, técnica y burocracia están íntimamente asociadas. Esta máquina no sólo produce conocimientos y elucidación, sino también ignorancia y ceguera. El ciudadano pierde el derecho al conocimiento, tiene el derecho a adquirir un saber especializado, pero está desprovisto, como ciudadano, de cualquier punto de vista global y pertinente.


EL BUCLE INDIVIDUO-ESPECIE: ENSEÑAR LA CIUDADANIA TERRESTRE

Esta antropo-ética ha sido cubierta, oscurecida por las otras éticas diversas y cerradas, pero no ha dejado de conservarse en las grandes religiones universalistas.
Mientras que la especia humana continúa su aventura bajo la amenaza de la autodestrucción, el imperativo es: salvar la Humanidad realizándola.

En realidad, la dominación, la opresión, las barbaries humanas permanecen en el planeta y se agravan. Es un problema antropo-histórico fundamental para el cual no hay solución a priori, pero, sobre el cual, hay mejoras posibles, y el cual, únicamente podría tratar el proceso multidimensional que nos civilizaría a cada uno de nosotros, a nuestras sociedades, a la Tierra.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Libro 5. Didáctica de las artes y la cultura visual


Hay tres autores fundamentales que defienden el por qué el niño debe dibujar: Jean Piaget, Herbert Read y Victor Lowenfeld.
Jean Piaget realizó una labor muy importante en el estudio experimental de la evolución mental del niño, la mayoría de sus métodos se siguen utilizando hoy en día.
Piaget partía de que los niños no son adultos menos informados, sino que son seres humanos en pleno desarrollo de su inteligencia.
Hay tres métodos fundamentales para la expresión plástica: imitación, juego simbólico y representación cognoscitiva.
El juego nace como proceso de imitación, la imitación es una adaptación inteligente.
La siguiente etapa consiste en convertir el dibujo en una actividad lúdica.

El juego es el complemento a la imitación.


Las manifestaciones plásticas infantiles como proceso de desarrollo emocional

En este punto, vemos como Read y Richardson sostienen que los niños dibujan, modelan o pintan para satisfacer una necesidad de expresión innata.

Read y sus colegas, consideran el arte infantil no como un fin, sino como un medio: los niños mediante el dibujo se expresan por medio del lenguaje no verbal, de manera que, por estos medios, liberan su ansiedad, miedos, problemas, etc.

El objetivo principal de la obra de este autor es verificar la tesis (enunciada primeramente por Platón) de que el arte debe ser la base de la educación.

Read destaca:

-          Que la educación artística abarca la expresión verbal, corporal, musical y plástica.

-          Que las imágenes son iguales de importantes que las palabras a la hora de construir el pensamiento.

-          La importancia de pensar con imágenes.

-          El dibujo infantil es el resultado de satisfacer la necesidad de expresión que los niños tienen de forma innata.

La teoría expresionista de las manifestaciones plásticas infantiles junto con la teoría creativa de Lowenfeld configurará la corriente denominada como de la "Autoexpresión".


            Lowenfeld llegó a la génesis del desarrollo creativo, para que los maestros puedan dotar a sus alumnos de los estímulos correctos, Lowenfeld escribió un libro en el que dijo que, la expresión plástica es desarrollar la creatividad del niño para conseguir que los individuos sean cada vez más creativos. Nos cuenta que el arte está considerado como un proceso y no como un fin en sí mismo. El arte infantil ha de considerarse bajo la idea de que la expresión creadora sólo puede ser comprendida en relación con las etapas de crecimiento, nos cuenta que los dibujos infantiles no son representaciones objetivas y que el crecimiento estético consiste en el desarrollo logrado desde lo caótico hasta la organización armoniosa de la expresión. Expone que el niño mediante la expresión plástica, hace activo su conocimiento, lo expresa plásticamente, documenta sus emociones y se relaciona con el medio. Lowenfeld dice que, el adulto no ha de imponer su código estético al niño, que jamás debe comparar su trabajo con el de los demás niños, y hará que éste se sienta satisfecho con su trabajo. Por último, nos muestra en esta parte del libro, que los trabajos de creación infantiles deben ser evaluados según los méritos individuales de cada niño y de cada etapa de crecimiento. No hay que calificar los trabajos por sus valores estéticos, sino por sus valores expresivos.


La experiencia ocurre continuamente, las cosas son experimentadas, pero no todas de manera que articulen una experiencia. La distracción y la dispersión forman partes de nuestras vidas.
Tenemos una experiencia cuando el material experimentado sigue su curso hasta su cumplimiento, cuando el trabajo se termina de manera satisfactoria. Tal experiencia es un todo, y lleva con ella su propia cualidad individualizadora y de autosuficiencia.
La experiencia es aquella situación que recordamos, pueden ser de gran importancia como una disputa o algo relativamente ligero y por eso se recuerda. En una experiencia el flujo va de algo a algo, cada parte continua con aquello que venía sucediendo.
Una experiencia tiene una unidad que le da su nombre y no es ni emocional, ni práctica, ni intelectual, ya que estos términos denominan distinciones que la reflexión puede hacer dentro de ella.
Decimos de una experiencia de pensamiento que sacamos una conclusión de ella, se llega a la conclusión y es porque hay un movimiento de anticipación y acumulación que, finalmente, llega a completarse. Una conclusión no es una cosa separada e independiente, sino la consumación de un movimiento. Por tanto, una experiencia de pensamiento tiene su propia estética.
La experiencia que lleva a una conclusión intelectual son signos o símbolos que no poseen una intrínseca cualidad propia, pero que sustituyen a cosas que pueden ser experimentadas cualitativamente.
La estructura artística puede ser inmediatamente sentida y, en este sentido, estética. 
La experiencia puede ser dañina para el mundo y su consumación indeseable, pero tiene cualidad estética.
Por otro lado, para el desarrollo de la experiencia, también se hacen necesarios la lucha y el conflicto: en cada experiencia hay un elemento de sufrimiento, y sin él, no incorporaríamos lo que precede.

          El hecho de “incorporar” también es una experiencia vital que implica una reconstrucción que puede ser dolorosa o no, dependiendo de sus condiciones particulares; esto es indiferente a la cualidad estética total (que redondea una experiencia hasta completarla y darle unidad de manera emocional). Las emociones son cualidades significativas de una experiencia compleja que se mueve y cambia, y están unidas a acontecimientos y objetos. Sin embargo, no podemos decir que el temor y la vergüenza son estados emocionales, sino que, son reflejos automáticos (por ejemplo: el temor se hace emocional cuando encontramos un objeto amenazante al que nos tengamos que enfrentar). Mientras, la emoción se hace experiencia de carácter estético aunque no sea una experiencia estética. Se puede decir, finalmente, que existen modelos comunes en experiencias, condiciones que deben ser cumplidas para que la experiencia tenga lugar, y continúa hasta que surja una mutua adaptación del yo y el objeto.


          Mr. Hinton decía que en la vida que existe detrás de la muerte nos ocurren las mismas experiencias ya vividas; existen dos causas por el cual se pueden alterar dichas experiencias: el padecer y el hacer.
Cualquier idea que ignore el papel necesario de la inteligencia en la producción de obras de arte está basada en la identificación del pensamiento, con el uso de una clase especial de material, signos verbales y palabras.

En este libro, el autor nos intenta demostrar que lo estético es el desarrollo intenso y clarificado de los rasgos que pertenecen a toda experiencia completa y normal. La palabra estético se refiere a la experiencia.


La transcripción es irrelevante, excepto en la formación de una experiencia a la conclusión. La construcción y obra designan un proceso y su producto acabado, que puede rehacerse cuando no es satisfactoria, excepto en el caso de la arquitectura, que están obligados a completar su idea antes de traducirla, lo que es una desventaja.

No es tan fácil en el espectador entender la unión entre el hacer y el padecer, como en el caso del productor. Así, receptividad no es pasividad, consiste en actos de respuesta hasta llegar a la satisfacción objetiva. El reconocimiento es una percepción detenida antes de desarrollarse. La percepción reemplaza al reconocimiento, que implica la cooperación de elementos motores, mientras que el reconocimiento adjudica una etiqueta apropiada a un objeto. Para percibir, un contemplador debe crear su propia experiencia. Sin la recreación, el objeto no es percibido como obra de arte, tiene que dar lugar a un acto de abstracción que es la extracción de lo significativo, como integración de las partes, para lo que se emplea tiempo.

lunes, 17 de octubre de 2011

Libro 4. ¿Qué pintan los niños?


Las corrientes de todo tipo que se sucedieron en el siglo XIX, afectaron significativamente al mundo artístico, a medida que fueron cambiando las concepciones sociales sobre la infancia, fueron modificándose también las normas sociales a partir de las cuales se consideraban los comportamientos infantiles y la valoración que se hacía de estos.
Cuando la psicología, la pedagogía y otras disciplinas comenzaron a desarrollar investigaciones sobre la evolución del comportamiento infantil se modificó la imagen que se tenía de los niños en todos los ámbitos sociales.
Por todo esto, el interés por los dibujos infantiles, respondiese en su origen a concepciones sobre la naturaleza de la infancia y a su desarrollo psicológico y emocional. Más tarde, se paso a la idea de infancia como un estado diferente de existencia, desde esta perspectiva se prestaba atención a los dibujos infantiles y a su evolución.
Las primeras publicaciones sobre el dibujo infantil aparecieron a finales del siglo XIX, se comenzaron a crear asociaciones encaminadas a la formación estética de los niños. Fue en Italia donde apareció la polémica de si se debía considerar arte a los dibujos infantiles o no, esta polémica aun no ha cesado.
El dibujo infantil posee un encanto especial y se encuentra muy próximo a la expresión artística, el niño no representa aquello que ve, sino lo que sabe y lo que recuerda, lo que le impacta y le motiva.
Las teorías sobre el dibujo infantil se puede dividir en dos grupos; los procedentes de los psicólogos, interesados en la psicología del desarrollo del niño a partir del estudio de los dibujos, y los de los artistas teóricos de la estética, preocupados por el estudio del niño y su arte como tal.
Los niños no buscan en sus obras la representación de una belleza concebida como tal, sino que intentan plasmar en ellas una belleza elemental, que puede ser tosca, pero es el resultado absoluto y exclusivo del poder del pensamiento.


 Primeras investigaciones sobre el dibujo infantil
El siglo XX supone más estudios sobre el arte infantil.

E. Cooke intentó definir las fases del dibujo infantil, y se oponía a la precisión y orden, y estaba a favor de lo espontáneo e imaginativo. Esto es base de posteriores investigaciones en otros autores.

G. Kerchensteiner, organizó un método respetando la evolución natural del niño con una clasificación por etapas: de dibujos esquemáticos, a la función de apariencia visual, y por último, al intento de plasmar lo tridimensional del espacio. En 1901, organizó la primera exposición de arte infantil en Europa y expresa las críticas al arte tradicional de la sociedad decadente y burguesa, y vuelven al arte infantil como nueva forma de expresión artística, más humana y auténtica.

Cizek y otros artistas decían que los niños eran artistas evaluables, y defendió su expresión libre sin intervención de adultos. Algunos procedentes del Romanticismo, como Rosseau, creen en el respeto a la personalidad del niño, y se incorporó a la Escuela vienesa de artes y oficios. Sus lecciones fueron publicadas por W. Viola, con el título de “Arte infantil”. Otros artistas frustran la expresión natural por la enseñanza formal, más apropiada de adultos. Por último, se dice que las personas más adecuadas para enseñar el arte son los artistas, que tienen una mayor sensibilidad.



Arte infantil y arte moderno
Cuando hablamos de arte infantil nos referimos a la espontaneidad, emotividad, la soltura de los trazos necesarios para crear arte. Esto es lo que poseen los niños pequeños al dibujar o al hacer manualidades, puesto que, tienen una visión del mundo sin ataduras.

Hasta hace poco, se pensaba que el arte debía ser meditado y algo menos espontáneo, pero sin embargo, estas características citadas antes son las necesarias para el trabajo artístico. Este cambio estético conllevaba a la implantación de principios estéticos en cualquier actividad cotidiana para originar un nuevo estilo de vida. Para ello utilizarían a los niños pequeños como principal vehículo: ponerles en contacto desde la infancia con formas y conceptos de arte moderno. Podemos observar entonces el gran paso del arte desde los tiempos de entreguerras hasta la incidencia de estas nuevas ideas sociales.

Actualmente, se dice que los niños son los mayores creadores de arte, puesto que crean a partir de sus sentimientos y no a través de la imitación.

Esta aproximación al arte moderno se debe a la aproximación al mundo infantil a partir del ámbito educativo y artístico.

Finalmente, es importante decir que muchos autores  crearos diversas obras y actividades educativas, como Masriera (Manual de Pedagogía del Dibujo), donde estudia la evolución del dibujo de los niños proponiendo cuatro escalas de evolución. Maíllo, sin embargo, estudió la importancia de influencias modificadoras, en las que incluye el sexo y el ambiente.

A continuación incluimos videos donde se pueden observar a niños creando arte:


Ángel Ferrant, una de las figuras más importantes del arte moderno
español, compaginó su actividad artística con si labor docente.

Como artista y pedagogo resulta lógico que sienta una gran pasión por el arte infantil, convirtiéndolo en el coleccionista de dibujos infantiles más importante de España.

En sus escritos se refleja la admiración por el arte de los niños y su preocupación por mejorar las condiciones de la educación artística.

Según él, en el dibujo se puede dejar solo al niño, ya que siempre dibujo lo que lleva dentro, a diferencia de nosotros los adultos.

El artista Joaquín  Torres García se interesó por el diseño y la fabricación de juguetes, acompañándolo de una teoría de significación pedagógica del juguete y de su papel en el aprendizaje del niño. En los dibujos de sus hijos observa, que plasman el sueño de su fantasía, sin preocuparse por los materiales, ni el lugar…

La vinculación de Miró al arte infantil es evidente, y abarca desde la influencia en su propia obra a la colaboración en ilustraciones para cuentos y con la Escuela del Mar.

La relación de los artistas con el arte infantil se consolida, al igual quela consideración hacia este arte por otros ámbitos profesionales, hasta que llegó a convertirse en un lugar común la admiración por él.



Estudios clásicos sobre el arte infantil
En este punto podremos ver como Lowenfeld, Piaget y Bruner nos hablan de cómo analizar las pequeñas obras de arte infantiles.

Primeramente, nos encontramos con Lowenfeld, este autor nos muestra varias formas de abordar lo que él denomina el “significado” de la producción artística. Destaca entre ellas cuatro enfoques:

-          Psicoanalítico.

-         Análisis basado en el estudio del comportamiento.

-        Interpretación de la obra artística infantil desde el punto de vista del desarrollo.

-         Interpretación de los profesores de arte.
Una de las aportaciones más importantes de este autor es que aplicó las secuencias del desarrollo infantil al desarrollo artístico, estas etapas son:

-          Garabateo (2-4 años).

-          Etapa preesquemática (4-7 años).

-          Etapa esquemática (7-9 años).

-          Etapa de la pandilla o del principio del realismo (9-11 años).

-          Etapa pseudorealista o etapa del razonamiento (11-13 años).

-          Crisis de la adolescencia o etapa de la decisión (13-17 años).

Dentro de estas etapas, Lowenfeld analiza una serie de características como la representación de la figura humana, del espacio, del color, etc.

Dentro del campo de la psicología nos encontramos con Piaget y sus trabajos sobre psicología evolutiva infantil. Su estudio consta de varios niveles, que fueron relacionados con el arte infantil.

El primer nivel denominado sensomotor (0-2 años), el niño no presenta todavía pensamiento ni afectividad ligados a representaciones que permitan evocar a las personas u objetos ausentes. Al final de este periodo, aparece en el niño una función fundamental para la evolución de las conductas posteriores, que consiste en poder representar algo “un significado” por medio de un “significante”.

Piaget, en referente a esto, distingue las siguientes conductas:

-         Imitación diferida: Es aquella que se inicia en ausencia del modelo.

-       Juego simbólico o de ficción: gestos imitadores utilizando objetos.

-     Dibujo o imagen gráfica es un intermediario entre el juego y la imagen mental, y no aparece hasta los dos o dos años y medio,

-       Imagen mental: Surge como una imitación interiorizada.

-       Evocación verbal de acontecimientos no actuales, gracias al lenguaje naciente.

Más tarde, entre los dos y los siete años nos encontramos con el período preoperacional, que se caracteriza por una asimilación sistemática a la acción propia.

Después pasamos por la siguiente etapa, la de las operaciones concretas de pensamiento y relaciones individuales, que tiene lugar entre los siete y los once años. Esta etapa forma la transición entre la acción y las estructuras lógicas más generales.

El último periodo establecido por Piaget, fue el de las operaciones formales, que tiene lugar en la preadolescencia. El niño, en esta fase se desprende de lo concreto y sitúa lo real en un conjunto de transformaciones posibles.

Finalmente, nos encontramos con Bruner. Este autor basa su modelo en una visión crítica de los estudios de Piaget. Para Bruner el conocimiento humano evoluciona a través de:

-          La representación activa: el niño descubre el mundo por medio de la acción.

-          La representación icónica: la organización visual está guiada por procesos sustancialmente perceptivos.

-        La representación simbólica: las palabras gozan de una fuerte generatividad cultural, que ni las acciones ni las imágenes poseen. 


En este capítulo, Piaget nos plantea una serie de etapas:
-          El periodo del garabateo que corresponde a los 2-3 años, que se caracteriza con una expresión plástico-gestual.
-          El periodo de transacción del garabateo a la figuración que corresponde a los 3-4 años, en el que ya existe una intención representativa.
-          El periodo del realismo intelectual que corresponde a los 4-7 años, ya existe una organización de imágenes y un esquema formal.

-          El periodo de transición del realismo intelectual al visual entre los 7 y 12 años, en esta etapa ya existe una introducción de detalles.

-          Y por último, el periodo del realismo visual, a partir de los 12 años, en el que el  adolescente ya intenta su punto de vista para representar la realidad.

Por otro lado, Goodnow distingue dos puntos de vista sobre el arte infantil, en uno de ellos se interesa profundamente por las producciones infantiles y, sobre todo, en la transición de un estadio a otro. Su otro punto de vista se orienta en la naturaleza general del arte.


Rhoda Kellog nos habla de cuatro estadios, que son los siguientes:
-          El estadio de los patrones ente 1-2 años, en esta etapa el niño hace garabatos.

-          El estadio de las figuras entre los 2-3 años, aparecen los diagramas nacientes y más tarde los diagramas propiamente dichos.

-          El estadio del dibujo del arte espontáneo entre 3-4 años, en este estadio surgen las combinaciones y los agregados.

-          El estadio pictórico entre 4-5 años, donde el niño realiza trabajos pictóricos y dibujos temáticos.


Eisner ha llevado a cabo unos estudios más sistemáticos, y analiza nueve teorías:
-          La teoría Gestaltica de Arnheim.

-          La relación entre arte infantil y personalidad expuesta por Aischuler y  Hattwick.

-          Los dibujos infantiles como indicadores de la madurez intelectual de Goodenough y Harris.

-          La teoría de Meier sobre la aptitud artística.

-          La teoría de la capacidad creativa de Lowenfeld.

-          La ecuación por el arte de Read.

-          La teoría de la “Percepción-delineacion” de Mcfee.

-          La teoría de la imaginación creadora de Vigotsky.

Y por último, la teoría de Guildford sobre la estructura del funcionamiento intelectual.



El arte infantil en las teorías cognitivas
Los autores de las teorías cognitivas hablan de tres grandes periodos bien diferenciados en lo que se refiere al enfoque acerca de las teorías sobre el dibujo infantil: 
1.   Primer periodo: los dibujos de los niños son las ideas que tienen de las  cosas.
2.   Segundo periodo: la experiencia perceptiva como la fuente primordial de los contenidos de las obras.
3.   Tercer periodo: los dibujos van a ser estudiados más allá de su ejecución.

Dos de los autores más destacados de estas teorías son Freeman y Willats. Freeman concibe el desarrollo del dibujo en la infancia como un proceso de adopción y uso de técnicas culturales especificas para trasladar formas tridimensionales a medios bidimensionales. Esto le ha llevado a estudiar dos áreas de producción de dibujo diferentes pero relacionadas:
-          La manera en la que los niños aprenden a representar la organización espacial de un solo objeto.
-          El estudio de cómo los niños aprenden a representar las relaciones entre dos objetos en una escena.

Desde el Proyecto Cero, fundado por Nelson Goodaman se ha profundizado en estudios psicológicos con aplicaciones al ámbito educativo, con objeto de especificar los mecanismos cognitivos que subyacen en el desarrollo artístico.

El arte infantil es uno de los temas más escuchados y más estudiados actualmente en la educación artística, ya que el arte infantil es un arte como el de los adultos.


El arte infantil podría ser un arte genuino que, como tal, tendría el poder de abrir también nuestros ojos a nosotros mismos. Cita de M. Flannery.